19 de diciembre de 2012

RAMIRO PAREJA : ARTISTA EN DOS MUNDOS


                                                                            

                                                                               

Siete Jeringas cierra con broche de oro sus actividades para el año 2012 con lo que considera un magnífico reportaje al destacado artista plástico peruano, Ramiro Pareja, formado y con residencia en Europa. 
Ramiro Pareja es, sin duda alguna, un artista notable, dotado de un magnífico oficio y una insaciable vocación por la investigación artística. Es uno de los principales plásticos peruanos que residen en el viejo continente, donde su obra es altamente apreciada.
El hecho que en este momento el maestro Pareja se encuentre en Alemania y Siete Jeringas en Perú no ha sido impedimento para que se realice la presente entrevista. Siete Jeringas da las gracias a la magia de internet y hace votos para que otras entrevistas puedan realizarse del mismo modo.
¿Cómo fue que decidiste dedicar tu vida al arte?
En realidad en mi caso se debe a un impulso que apareció en mi más tierna infancia. Me recuerdo desde chiquitín jugando con los lápices de colores, el barro, haciendo figuras o coleccionando chucherías para luego ensamblarlas. Nunca tuve que ponerme a pensar a qué dedicar mi vida. Por otro lado mis padres siempre me alentaron, motivo por el cual me siento un ser privilegiado.
¿Qué circunstancias hicieron que un joven arequipeño estudiara artes plásticas en Europa y no en su ciudad natal, Arequipa, o en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Lima?
Mi espíritu inquieto y el deseo de beber directamente de las fuentes del arte occidental. Mi familia era numerosa y los recursos económicos alcanzaban a fin de mes y punto. Estuvo claro para mí desde el principio que mis padres no podrían pagarme los estudios fuera de Arequipa, entonces me resultó igual tener que sostenerme (trabajando) ya fuera en Lima o en Madrid. Me decidí por España y estoy feliz que haya sido así.
¿En qué escuelas de arte estudiaste y en qué ciudades?
Estudié en la Escuela de San Fernando de Madrid. En la Hochschule für Angewandte Kunst en Viena. Mi Licenciatura en Arte en la Universidad Complutense de Madrid. Maestría en Arte y Filosofía de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.
Si no me equivoco, Carlos Quízpez Asín y tú son los únicos peruanos que han estudiado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. ¿Consideras acertada tu decisión de recibir tu formación de artista en España y no en Perú?
Además de Quízpez Asín, también estudió allí José Tola y un tiempo también Nader Barumi y si no me equivoco Clo de la Puente.
Personalmente fue lo mejor para mí, yo lo busqué. La atmósfera que encontré entre mis compañeros fue muy estimulante. Coincidió este tiempo con el fin del Franquismo y la transición a la democracia.
¿Lo harías de nuevo?
Sin lugar a dudas. Sólo quitando parte de la dureza que supuso trabajar y estudiar al mismo tiempo. Mis trabajos algunas veces fueron muy agotadores. Como joven lo pude soportar, sabiendo que ese sacrificio me permitiría conseguir alcanzar mis objetivos.
¿Por tu formación y prolongada residencia en Europa te consideras un artista europeo?
En otro momento tal vez habría dudado para responder a esta pregunta, hoy lo tengo más claro. Mi formación es europea en muchos aspectos, qué duda cabe; pero cuando me marché a España en 1972 acababa de cumplir 20 años y eso marca mucho ya que yo partí con un equipaje cultural y emocional del cual no me he desligado, en gran parte porque no he querido y eso es lo que me mantiene como peruano con una visión más universalista en diferentes terrenos.
¿Es válido hablar de arte europeo y arte sudamericano?
Tal vez unas décadas atrás, pero hoy con la proximidad que nos dan los medios de comunicación social y la propia globalización esta idea se torna en algo difuso. Pienso que más bien nos estamos dirigiendo a un arte más universalista con matices en el terreno de la sensibilidad y la visión del mundo que es producto de asuntos circunstanciales.
Estás contento con el momento plástico que te ha tocado vivir: finales del siglo XX y comienzos del XXI.
Sí, sobre todo si mantengo la idea que uno es hijo de su tiempo y como tal tiene que dar respuestas. Creo que si hubo un cambio profundo en el plano formal de las artes plásticas con la irrupción de las Vanguardias Históricas, poniendo en cuestión la forma, el plano, el color e incluso en el terreno del concepto (Duchamp), ahora todo se cuestiona y se nos abren puertas sin restricciones. Los terrenos de la expresión se mudan a placer y a necesidad.
¿Alguna vez has cultivado la abstracción? Y en caso afirmativo, ¿por qué la abandonaste?
Sí, he hecho abstracción y aún la hago, creo no poseer la sensación de abandono en ese terreno, más bien volviendo al párrafo final de la pregunta anterior, me muevo entre los terrenos de la expresión por necesidad, estrategia y placer.
¿Qué tiempo de la semana dedicas a tus labores plásticas?
Siete días, de los cuales cinco son obligatorios e ineludibles.
¿Cómo es un día de trabajo en el taller de Ramiro Pareja?
En la mañana después del desayuno, leo los periódicos, veo el correo en internet y después paso a revisar el plan de trabajo que tengo planeado para ese día. En unos casos trabajo con la computadora o dibujo (casi como una gimnasia). También hago bocetos donde voy desarrollando ideas. En otros casos cuando el proceso está avanzado me pongo a pintar. Paseos: cámara fotográfica en mano (siempre se encuentra algo sugerente o interesante). Almuerzo, después lectura (un par de horas) otra vez al taller a pintar o seguir dando vueltas a lo que tengo en mente hasta las seis de la tarde.
¿Qué técnicas cultivas aparte del óleo?
Acrílico, temple, encáustica, acuarela, pastel, tinta, carboncillo, mixtas, lápices de colores, crayón. Aparte de todo esto me gusta usar foto, video, medio digital, ensamblaje, escultura en madera metal y modelado en barro.
¿Has dejado de cultivar la acuarela?
La sigo usando y me proporciona gran placer. Me encanta la sensación que transmite. Fragilidad, evanescencia, transitoriedad, inmediatez y transparencia, como siento yo las ideas primigenias.
Si tuvieras la oportunidad de robar de cualquier museo del mundo una obra para tu propia colección, ¿cuál escogerías?
Primero diré que más de una de las obras de Velázquez. Para mi es el pintor de los pintores, como tal, disfruto su oficio, su destreza e inteligencia. Es de alguna forma el inventor y si no plenamente, el introductor y difusor de la perspectiva aérea en la pintura (gracias a su destreza). Todo lo dicho en el plano formal, pero esto no queda aquí ya que hace una pintura inteligente, llena de ideas que con el paso de otras generaciones venideras, será la irrupción del concepto en el arte, como un elemento más para elevar el rango trascendental del Arte en la vida.
Me quedo entonces con Las Meninas. Toda una estrategia para jugar con el espectador a someterse a un juego de lecturas visuales. Juego con las jerarquías de visión y representación, perfectamente codificadas en el arte occidental desde la Edad Media. Es una obra que por su complejidad ha sido motivo de innumerables ensayos. Nunca antes la pintura (una obra) desempeñó el papel del espectador y este se haya sentido observado por cientos de años de tradición.
La perspectiva aérea en esta obra es excepcional y convincente.
En tu reciente visita a Lima, ¿cómo has apreciado la actual escena pictórica peruana?
Creo que transmite un entusiasmo, que me imagino está reflejando lo que se siente en la calle, lo que no sé, es si es muy real. Las imágenes con las que se trabaja me muestran eso a lo que me referí más arriba, están al servicio del mensaje, del lenguaje que nos ocupa en este momento.
En tu vida como artista, ¿qué papel desempeña tu esposa?
Va más allá de ser mi compañera. Sus opiniones en ciertos momentos son de gran importancia. Es muy respetuosa con mi espacio y mi tiempo y se interesa por mi trabajo. Tiene un buen sentido del humor, algo particularmente importante para mí.
¿Qué actividades tienes programadas para el año 2013?
Mi muestra en La Galería en Lima y (falta concretar algunas cosas) una muestra de fotografía en Arequipa. Participar en la Feria de Arte de Lima.
Una última pregunta. En Europa, ¿qué tiene que hacer el artista para vender sus obras?
Bastante. Moverse mucho y hacer contactos. Las galerías no están muy abiertas y la competencia es grande.
                                                                               












                                                                                  
                                                                               
                                                                                  














                                                                             
                                                                                 










                                                                                   
                     

30 de octubre de 2012

GALERÍA MOLL - SELECCIÓN DE PINTURAS 2012

La acreditada galería miraflorina, Galería de Arte Moll, viene presentando hasta el 30 de noviembre de 2012, una selección de pintura con artistas peruanos del más alta nivel. Están representadas distintas técnicas como el óleo, la acuarela y la serigrafía. Hay cuadros realistas, abstractos y surrealistas. Es una muestra digna de ser visitada.

Entre los maestros más destacados están Fernando de Szyszlo, Carlos Revilla, José Sabogal, Teodoro Núñez Ureta, Venancio Shinki, Luis Palao Berastain y G. Chávez Arroyo y cuyas imágenes reproducimos a continuación.

La muestra va de L -S de 11 a.m. a 2p.m. y de 3p.m. a 8 p.m. Av. Larco 1150, Miraflores

No se la pierda.

Fernando de Szyszlo (1925)





Carlos Revilla (1940)

                                                    

José Sabogal (1888-1956)
                                                                                   

Teodoro Núñez Ureta (1912 - 1988)

Venancio Shinki (1932)



                                                                                                                                        

14 de octubre de 2012

CON ANTONIO CISNEROS EN EL ASCENSOR



Antonio Cisneros (1943 - 2012)

No recuerdo si lo que les voy a relatar ocurrió hace uno, dos o tres años. Sin embargo, sí recuerdo que ocurrió en el ascensor de la Clínica Americana, en Miraflores.

El hecho es que cierta tarde, luego de ser atendido por mi otorrino, procedí a la zona de ascensores, con el propósito de alcanzar la calle y regresar a casa. Después de una larga espera, propia de los ascensores de todas las clínicas del mundo, la puerta se abrió. Para mi sorpresa no había nadie. Estaba a mi entera disposición. Recuerdo haber implorado en silencio que el ascensor llegara a la planta baja sin interrupciones. En verdad, los ascensores caleteros me enervan.

Mi alegría duró tan solo el trascurso de dos pisos. Y en vez que ingresara la temida estampida de personas sólo entró un individuo. Era un hombre alto, elegante y de cabello entrecano. De pronto y sólo por un instante nuestras miradas se cruzaron. Un respingo sacudió a ambos. 

Al momento reconocí a mi compañero de viaje. Era Antonio Cisneros, “Toño” para sus amigos. Era el poeta. Pero, ¿qué hacía Antonio Cisneros en la clínica? ¿Habrá ido a ver a un otorrino? No, imposible. En su piso no hay otorrinos. Mientras ambos teníamos clavada la vista en el panel superior que indica el avance del elevador, cuidando de no mirarnos a los ojos, me acordé que Cisneros sufría de diabetes. ¡Ah, ya!, exclamé en silencio, ha venido a chequearse. De pronto el ascensor volvió a abrirse. Era el piso siguiente. No había nadie. De súbito se me ocurrió que algún niño travieso había marcado el botón y sin duda tendríamos que parar en cada uno de los pisos restantes. Respiré profundo. No quedaba más que resignarse.

Nuevamente nuestros ojos volvieron a cruzarse pero, como la vez pasada, ninguno pronunció una palabra. Por un instante me pareció que iba a hablar. Yo estaba igualmente tentado en hacerlo, pero temía un desaire o el silencio por toda respuesta, que a veces puede ser más doloroso. 

Pero, ¿de qué le hablaría? Nos habíamos visto en una media docena de eventos culturales, pero no habíamos conversado. Él era un poeta consagrado y admirado y yo, aunque escritor con algunos libros publicados, no gozaba de su fama. Sin embargo, era imposible que no supiera de mí. Alguna vez habría visto mi foto en algún periódico con motivo de la presentación de alguna novela mía. Antonio Cisneros, qué duda cabía era un hombre informado. Nuevamente el ascensor volvió a detenerse, la puerta se abrió y no había nadie que lo esperara.

Mientras la caja metálica continuaba su viaje vertical yo seguía con mis reflexiones. Los dos habíamos nacido el año 1943. Ambos habíamos estudiado en la Universidad de San Marcos. En 1962-1963 yo cursaba Estudios Generales con miras a seguir Derecho y él estaba en la Facultad de Letras. Sin duda nos habremos tropezamos muchas veces en la entonces nueva Ciudad Universitaria de nuestra común Alma Mater. Pero, ¿eran estos suficientes méritos para iniciar una conversación? 

De pronto la puerta se abrió. Por fin estábamos en la planta baja y el vate apuró el paso y no tardó en desaparecer por uno de los corredores del laberinto de la clínica.

El año pasado me volví a encontrar con Antonio Cisneros. Esta vez la ocasión se dio en una muestra pictórica realizada en el Centro Cultural Inca Garcilaso, del Ministerio de Relaciones Exteriores, y que Antonio Cisneros con tanto brillo y acierto dirigió. En algún momento de aquella noche alguien nos presentó y sonrientes el poeta y yo nos estrechamos las manos e informamos a carcajadas a nuestro común amigo que nos conocíamos desde hacía años. 

2 de octubre de 2012

CIGARRILLOS Y DESNUDOS

El escritor es un alma en pena que anda en busca de novedades. Al iniciar su diario deambular no sabe qué sorpresa le deparará la jornada. Puede ser algo grande o quizás algo menudo. Tal vez se tope con muchas cosas o quizá no encuentra nada en especial. Pero tal vez descubra una curiosa nariz torcida, una joroba enorme, una manera especial de caminar o un tic nervioso que religiosamente repite un hombre parado en la esquina esperando tal vez a alguien. 

En verdad el escritor es un cazador que sale con los ojos bien abiertos y no sabe si encontrará algo interesante para incorporar en la novela que viene trabajando o el tema que le servirá para el artículo semanal que tiene comprometido con algún periódico y que debe entregar para el día siguiente o, quizás, un post para este humilde blog.

Justamente hace pocos días me encontré con dos pequeñas fotos de desnudos femeninos. El hallazgo ocurrió en una tienda de antigüedades de poca calidad. El cielo raso estaba poblado de arañas metálicas con enormes lágrimas de cristal. El piso era de tierra oscura, firme. No habían dos arañas del mismo período. Contra las paredes habían muebles enormes de madera reseca con espejos y mármol incrustados. 

Todo lo que ví ya lo había visto en otro lugar, en otro tiempo, en otro país o en otro sueño. De pronto, ya de salida de la tienda, me acerqué a una vieja caja de cartón, como las que se usan para guardar los zapatos, convencido que no encontraría nada, y descubrí centenares de fotos. Decidí darles una ojeada. Muchas eran antiguos retratos de señores y señoras (elegantemente vestidos), paisajes urbanos que la modernidad ya ha desaparecido, todos deconocidos para mí y tal vez para usted, querido lector. Lo cierto es que esas fotos debieron ser importantes para sus dueños de fines del siglo XIX. 

De pronto encontré algo que sí me interesó. Eran dos fotos de mujeres desnudas que figura en este post. ¿Serían dos mujeres diferentes o tal vez la misma? El anticuario, un gordo panzón sin afeitar, se me acercó y dando vuelta a la foto me mostró la leyenda. Por ella me di cuenta que hace muchos años alguna compañía de tabaco había incluido una foto de una mujer desnuda en cada cajetilla de cigarrillos. ¿Sería eso el comienzo del Marketing? Tal vez el marketing siempre existió, sólo que no se le había asignado un nombre. Los señorones de comienzo del siglo XX deben haber gozado con sus descubrimientos al abrir la cajetilla y supongo que harían votos para que los desnudos no se repitieran. Cuándo dejaron las tabacaleras de incluir las fotos en las cajetillas, no he podido determinar, pero sí tengo seguro que si no lo hubieran descontinuado habría muchos más fumadores de los que hoy hay.

                                                                     

                                                   
                                                   

21 de septiembre de 2012

JOAQUÍN LIÉBANA: GENIAL ESCULTOR PERUANO

                                                                             

Joaquín Liébana en su taller de Barranco.
Tal vez el más grato suceso en las artes plásticas del Perú en lo que va del siglo XXI, sea la muestra que acaba de concluir en la Galería de Arte Lucía de la Puente, en el distrito de Barranco. Nos referimos a la muestra de esculturas en metal (láminas de fierro cromado) del artista peruano, Joaquín Liébana (1975), titulada KAOS “la gente está en conflicto” .

Quienes hemos tenido la oportunidad de visitar la exhibición de la treintena de piezas escultóricas nos hemos quedado boquiabiertos ante la novedad de sus piezas. Nada ni nadie nos había preparado para este importantísimo contecimiento. 

Por ello, digámoslo de una vez: Joaquín Liébana es el escultor peruano más moderno, creativo e interesante en lo que va de este siglo. La escultura de Liébana es figurativa, de un neo clasicismo (provisionalmente algún nombre habrá que darle) y de una pasmosa novedad de la que cuesta tiempo recuperarse. 

En la sala principal de la sin duda más importante galería del país, han reposado piezas que significarán un cambio importante en la escultura peruana. Felicitamos a la Galería de Arte Lucía de la Puente por haber tenido el buen ojo de servir de anfitriona de tan importantes piezas. La muestra de Joaquín Liébana no es más de lo mismo sino mucho más que todo lo mismo. Ahí están las decenas de rostros y piezas de figuras humanas tamaño heroico que no tienen antecedente en nuestro país. 

Si se nos hubiera dicho que las piezas del joven maestro Joaquín Liébana eran de un artista europeo o norteamericano, a no dudarlo todos hubiéramos alzado nuestras manos para de manera clamorosa agradecerle que haya honrado nuestra capital con esta importante exhibición, la misma que engalanaría cualquier galería de Nueva York. 

Siete Jeringas lamenta que en nuestro país no exista un museo de arte contemporáneo con los fondos necesarios para adquirir la mayor cantidad de las piezas de Joaquín Liébana. Como consecuencia de ello hacemos un fervoroso llamado a los coleccionistas privados nacionales para que cuanto antes adquieran estas valiosas piezas a fin de garantizar su permanencia en nuestro país. No se arrepentirán pues no sólo darán mayor relieve a sus colecciones sino que la inversión se apreciará en poco tiempo, porque inevitablemente la obra de Joaquín Liébana será “descubierta” en los centros más importantes del hemisferio Norte. Entonces que nadie acuda al Muro de las Lamentaciones.

A continuación reproducimos la entrevista que el maestro Liébana tuvo a bien conceder a este blog en la intimidad de su taller y adjuntamos algunas de las imágenes de los trabajos presentados. 

¿Cómo fue que decidiste dedicar tu vida al arte?

Bueno, recuerdo que aun siendo chico mi padre ya era coleccionista de arte popular, restaurador y también creador de muebles. Él fue el que nos introdujo (se refiere a su hermano pintor, Mateo) en todo este mundo del arte. Recuerdo que desde chico yo trabajaba en hacer mis juguetes, construía cosas y, desde luego, dibujaba mucho. Desde chico me llevaban a ver exposiciones. Mi padre siempre nos llevaba a los museos, a ver antigüedades, a ver como los artesanos hacían acabados en madera. A mí y a mi hermano, desde niños, se nos inculcó el interés por el arte.

Háblanos de tu formación plástica. ¿En qué escuela estudiaste y con qué maestros?
Estudié en la Universidad Católica. Ingresé en 1994 y egresé en 2001. Después me fui a Escocia del 2001 hasta el 2003 para hacer una maestría en la Edinburgh College of Art. Entre los profesores que en este momento recuerdo están Julia Navarrete, Alejandro Alayza, Johanna Hamann, Sonia Prager, Marta Cisneros.

¿Por qué cultivas de preferencia la escultura y no la pintura?
En realidad, yo siempre quise ser pintor. Siempre he dibujado. Siempre he construido cosas. Siempre he estado armando cosas. Yo soy de construir cosas. Pero siempre me he quedado con la idea de que algún día voy a volver a pintar. Siempre he querido retomar la pintura, que es un lenguaje que si uno no utiliza, lo pierde.

¿Dentro de qué corriente artística ubicas tu escultura?

Siempre me he basado en las cosas más clásicas. Es lo que más me ha llamado la atención. Lo que he visto en los museos de Europa. 

¿Estás contento con la época que te ha tocado vivir y trabajar?
¿Vivir en esta época? Sí, sí, de todas maneras.


En la historia del arte, ¿cuáles son tus escultores favoritos?
Los clásicos. Donatello, así como Agesandro, Atenodoro y Polidoro de Rodas: los tres autores de El Laocoonte.

Si fuera posible viajar al pasado, ¿a qué artista te gustaría conocer?
De los escultores, Miguel Ángel; y de los pintores, a mí Bronzino me gusta mucho. 

¿Qué opinas de la escultura de Fernando Botero?
Ha hecho los gordos esos, pero no me gustan mucho. Y la pintura, peor. Desconozco mayormente. Pero lo poco que he visto de los caballitos... bueno, bueno, no me parecen.

¿Cómo es un día de trabajo de Joaquín Liébana?
Me levanto temprano, tomo café y me voy al centro de Lima a dibujar sobre esta plancha, a cortar, alquilo una máquina de plasma, calo metal, llegó acá a Barranco, pulimos y ensamblamos.

¿Cuánta ayuda recibes de asistentes en la realización de tus esculturas?
Tengo un ayudante que se llama Rodrigo Zúñiga, que es escultor también, que hace cosas bien buenas. A ese nadie lo conoce. También tengo otro ayudante en el centro de Lima y un pintor. Yo soy el soldador y el que cala. Y el pulidor es mi ayudante que trabaja acá. Yo tengo uno que me pule, que lo dirijo yo. 

Menciona una escultura que retirarías de inmediato de las calles de Lima.
El arcángel que está en el Óvalo Gutiérrez. Quitaría el arcángel y toda la base.

¿En qué lugar de Lima te gustaría que hubiera una escultura tuya de grandes dimensiones?
En el malecón como me lo prometieron cuando gané el premio Peter y Adriana Hobart (Concurso de proyectos para esculturas en un espacio público primer premio).

De las esculturas que hay en las calles de Lima, ¿cuál es la que más te gusta?
"El estibador”. La escultura que donó la comunidad belga al Perú con motivo del centenario de la independencia y que está ubicada en la primera cuadra de la Av. Arequipa. Esa es buenísima. 

¿Consideras que a Lima le faltan esculturas?
Sí, definitivamente sí. No se ven muchas. Las antiguas son buenas, pero de las modernas no hay buenas. Hay una que otra por ahí pero está perdida. Se ha perdido la costumbre de hacer una plaza y poner una escultura. Es una lástima.




                         
               
                                                                              
                                                                                                                                
                                  
                                       



                                                                       
                                                                                     
                                                                                  
                                                                                

16 de julio de 2012

ENTREVISTA A IVÁN FERNÁNDEZ - DÁVILA

                                   El artista en su taller (2012)                                                    




Iván Fernández-Dávila es un talentoso joven pintor peruano de 29 años de edad. Con orgullo se confiesa autodidacta. Dice no haber pasado por ninguna escuela o academia de arte, dentro o fuera del país. En su caso la autoformación le ha resultado provechosa atendiendo a las muestras individuales que en pocos años de actividad profesional ha logrado realizar en las paredes de algunas de las más prestigiosas instituciones del país con lo son el Museo Pedro de Osma (Lima) y el Museo de Arte de San Marcos (Lima). Es pertinente puntualizar que estos logros no han sido alcanzados por muchos afamados artistas peruanos, décadas mayor que él.

En la temática de su pintura se observa una predilección por las escenas interiores. También hay una inclinación por plasmar momentos de la vida cotidiana y el desnudo femenino.

Su última muestra individual la realizó en el Museo Pedro de Osma del 3 al 26 de abril del 2012, la misma que recibió el aplauso tanto de la crítica como del público entendido.

                                                                  
     Resaca - óleo sobre lienzo - 120 x 100 cm                       



      Esperando el fin del mundo -    óleo sobre lienzo - 120 x 100 cm        



                     Desnudo con la mano vendada - óleo sobre lienzo - 130 x 100 cm     
  


    Antihéroe - óleo sobre lienzo - 160 x 180 cm
                   De la habitación al taller - óleo sobre lienzo - 160 x 120 cm          

                    Habitación en Lima - óleo sobre lienzo - 160 x 120 cm
                                                               
                   Autorretrato - óleo sobre lienzo - 130 x 100 cm
                                            Los amantes - óleo sobre lienzo - 10 x 12 cm
                                             Autorretrato nocturno - óleo sobre lienzo - 10 x 12 cm

                    






En esta oportunidad el artista Iván Fernández -Dávila ha tenido la gentileza de acceder a la entrevista que reproducimos a continuación:

¿Cómo fue que decidiste dedicar tu vida al arte?

En un viaje que realicé por el sur del país, allá por el año 2003, descubrí que tenía condiciones para la pintura. Y cuando regresé a Lima para continuar mis estudios universitarios, encontré que éstos ya no me interesaban y opté por dejarlos para dedicarme de lleno a la pintura.

Tu formación plástica es la de un autodidacta. ¿Te arrepientes de no haber seguido una formación convencional en una escuela de bellas artes?

No. Porque la escuela a la que habría podido ingresar hubiera sido la nacional y ésta ya no se preocupa de formar pintores. Lamentablemente estC más dedicada a la formación de artistas conceptuales. Y como lo que yo ambicionaba era ser pintor, entonces decidí investigar y estudiar por mi cuenta. 

¿Acaso la escuela no te habría ahorrado tiempo al no tener que descubrir por ti mismo las técnicas del oficio de pintor?

Seguramente algunos conceptos muy básicos me los habrían explicado muy rápidamente. Pero tuve la suerte que se mudara a mi casa una pintora mayor y yo le preguntaba cosas muy puntuales, las que ella rápido se encargaba de contestar. Me fue de gran ayuda.

¿Por qué y para quién pinta Iván Fernández - Dávila?

Pinto porque tengo una necesidad real de hacerlo. Y viendo mi trabajo me doy cuenta que pinto lo yo que quiero pintar. Presumo que pinto para mí.

¿Dentro de qué corriente artística se podría catalogar tu pintura?

Dentro de un expresionismo figurativo.

¿Alguna vez cultivaste la abstracción y la dejaste por la figuración?

Empecé haciendo abstracción y en una evolución natural, creo yo, de todo lo que era caótico de la abstracción fueron saliendo poco a poco figuras reconocibles. Esas figuras adquirieron cada vez mayor protagonismo en las composiciones hasta que ahora hago una figuración más definida.

En la historia universal del arte ¿cuáles son tus pintores favoritos?

Tiziano, Monet, Bacon, Matisse.

De los pintores peruanos ¿cuáles son tus favoritos?

Me gustan mucho los expresionistas: Herskovitz, Sérvulo Gutiérrez, Humareda, Polanco.

En el acto creativo ¿cuánto consideras hay de traspiración e inspiración? 

Yo creo que básicamente se requiere trabajar bastante, esforzarse siempre. Esforzarse todo el tiempo y trabajar y trabajar.

Como artista plástico ¿te interesa la pintura rupestre?

En realidad me interesa toda la pintura, sea abstracta, bizantina o rupestre, porque son influencias que uno asimila lo quiera o no. Inconscientemente uno asimila todo lo que ve, lo que recibe.

¿Pintas todos los días? ¿Sigues un horario? ¿Tienes una rutina?

No tengo una rutina. Tengo una agenda que cumplir. Pinto todos los días unas horas, salvo los Domingo. No me gusta pintar los días Domingo.

¿Para ser un gran pintor se requiere tener talento o se puede formar el talento?

Yo creo que el que tiene talento, pues mejor. Y debe hacer crecer ese talento, mejorando, no siendo arrogante. De otro lado, creo que con esfuerzo y mucho trabajo el talento se puede construir. Sí lo creo, sí lo creo. Hay artistas en la historia del arte que lo han hecho. Courbet, por ejemplo, es un caso clarísimo.

¿Estás contento con la época que te ha tocado vivir y pintar? ¿Tal vez hubieras preferido pintar en la época de los impresionistas o los pintores de la escuela de París?

No. Estoy bien en la época actual, porque más que nunca pintar es un reto, un desafío. No es lo que está de moda para mucha gente, pero es lo que uno quiere hacer. Estoy conforme con la época que me ha tocado vivir.

¿De qué manera te enfrentas a la adversidad, a las injusticias de la vida?

Siempre trabajando. Mis problemas los resuelvo con mi pintura.

Si tuvieras la oportunidad de entrar a un museo y robar un cuadro, ¿cuál sería ese cuadro?

Definitivamente “El Desollamiento de Marsias” de Tiziano.



                                                                  


Como conclusión a esta interesante entrevista, cuéntanos qué actividades plásticas tienes programadas para el 2013?

Una individual en California, una colectiva grande en una galería en Alemania en la que tengo enviar unos diez cuadros y algunas colectivas aquí en Perú.