20 de septiembre de 2010

¿DESAPARECERÁ EL LIBRO DE PAPEL?



Biblioteca de la Real Academia (Madrid, España).       



 Biblioteca de Ocopa - (Junín, Perú).                                                    


En los últimos años el tema de la suerte del libro de papel ha ocupado la atención de editoras, librerías, bibliotecas, distribuidoras de libros, escritores y también de lectores. 

¿Ha llegado el libro de papel a su fin? ¿Es el libro electrónico su sustituto? Al respecto se han escrito muchos artículos. Ninguno, sin embargo, ha llegado a una conclusión definitiva. 

Muchos argumentos se han esgrimido a favor del inevitable triunfo del libro electrónico. Pero lo que no ha sido tratado es respecto a cuáles serán las consecuencias de ese cambio. La ocasión amerita tentar algunas suposiciones.

De primera intención debemos pronosticar el cierre de las bibliotecas públicas, algunas de ellas verdaderas joyas arquitectónicas, y muchas poseedoras de verdaderas joyas del saber humano, que encierran las verdaderas razones que decidieron que el hombre se irguiera y caminara sobre dos pies. La razón que esgrimirán para el cierre de las bibliotecas será su falta de uso. 

En el caso que triunfen los enemigos del libro de papel los estantes de las bibliotecas públicas quedarán vacíos, los libros serán guardados en cajas y estas luego serán guardadas en depósitos o en los sótanos de las otrora bibliotecas. Una alternativa será la cremación de todos los libros, por inútiles, inservibles, anacrónicos. Por algún tiempo las bibliotecas familiares pasarán a la clandestinidad hasta que los hijos o nietos de sus fundadores las entregarán a las autoridades policiales o municipales para su retiro definitivo (¿se acerca Fahrenheit 451?). El argumento será: ¿para qué tener diez mil libros guardados en el hogar cuando un libro electrónico de mínimo tamaño puede conservar en su memoria el contenido de igual o mayor cantidad de libros? 



Biblioteca del Trinity College - (Dublín, Irlanda)                                 


Biblioteca Nacional de Francia (París, Francia).


Biblioteca del Vaticano - Santa Sede   
                           
Biblioteca Nacional del Perú (Lima, Perú).


Library of Congress (Washington DC - USA).

Con el triunfo del libro electrónico, a los lectores que acudan a las bibliotecas públicas les será entregado un libro electrónico (léase: máquina) y el usuario pedirá que en la pantalla de su aparato aparezca el libro de ficción o no ficción que desea para su diversión o investigación. Los estantes habrán sido reducidos y estarán a medio llenar de libros electrónicos. Con el tiempo, la majestuosidad que produce la presencia física del libro de papel, del grosor de sus lomos, parados lado a lado en interminables estanterías habrá desaparecido de la memoria de los hombres.


Estatua de hombre leyendo en la calle.¿Presagio de una realidad inminente?       


Hombre leyendo en la biblioteca.                                                                                 



Ahora veamos el caso del lector que no requiere acudir a la biblioteca, me refiero a aquel que tiene dinero para comprar un aparato electrónico para leer. Con el uso continuo del mismo, éste se rayará, quiñará y con el tiempo adquirirá una presencia desaliñada, indeseable para su propietario. Con el avance continuo de la tecnología, el propietario de un libro electrónico pronto encontrará que su modelo se ha vuelto obsoleto o que ya no fabrican repuestos para su modelo. La vida útil de esta máquina es, desde luego, más breve que la de los libros de papel que pueden seguir prestando servicios durante siglos a distintas generaciones. No olvidemos que también existirá la posibilidad que el libro electrónico adquiera algún virus, que impedirá su uso; cosa impensable para el libro de papel.

Y si el libro electrónico es robado o extraviado, ¿qué le pasará al propietario? Sin duda sentará una denuncia policial y avisará el hecho a la empresa que se lo vendió, pero lo más posible es que no lo vuelva a recuperar y reciba un catálogo con libros electrónicos de última generación. Y, ¿qué pasó con todos los libros que hizo bajar y por los cuales pagó y no llegó a leer? Pues, sin duda habrá perdido su inversión, la cual puede representar una suma importante según el modelo del aparato y la cantidad de libros que bajó.  



                                                   
Libro electrónico en mano de un ser cada vez menos humano.               


Continuamente el tamaño de los distintos modelos de libros electrónicos se irá reduciendo. ¿Acaso no recuerdan los primeros celulares que aparecieron? ¡Tremendos mamotretos! Pero los gustos cambian, cuanto más chico sea el modelo, más atractivo resulta para su comprador; y, desde luego, más fácil será para el ladrón apropiarse de él. 

En cuanto a salud, nos referiremos brevemente al daño que el libro electrónico hace a la vista. La lectura de un número limitado de páginas basta para producir un dolor de cabeza o cansancio de ojos. Hay que tener presente que el esfuerzo requerido para la lectura de un libro electrónico, el cual se realiza sobre una pantalla artificial, producirá una sequedad de ojos. De otro lado, la velocidad de lectura del usuario de un libro de papel, determinará el tiempo y número de páginas que lea por sesión. Es común oír que una persona ha leído, “devorado”, una novela durante un viaje en avión. Esto, sin embargo, aún no se oye en el caso de la lectura de libro electrónico.

De una cosa sí estoy seguro y eso es que Jorge Luis Borges no habría querido vivir en un mundo de libros electrónicos. Yo tampoco.

5 comentarios:

  1. Señor mariátegui,
    permítame felicitarlo por su blog tan ilustrativo, soy estudiante de derecho, me gusta mucho la pintura, especialmente la abstracta, creo que es un lenguaje que sale desde el fondo del alma, díficil de entender, pero es ARTE. Siga adelante !
    LUIS ALFONSO
    BUENOS AIRES

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  2. Muchas gracias por sus gentiles palabras. En Siete Jeringas estamos abocados a dar a nuestros lectores otra clase de blog. Nos interesa toda manifestación del arte. En cuanto al arte abstracto, creo que tiene para buen tiempo. Yo lo que busco es esencialmente el color. Saludos y suerte.

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  3. Señor Mariátegui,
    Discúlpe mi atrevimiento, sigo su blog de manera contínua. Pero me veo obligado a "exigirle" que no deje de escribir. Su blog es magnífico. En el barrio donde vivo nos reunimos con unos amigos a charlar y a tomar algún mate, y mientras lo hacemos charlamos de novedades, yo les cuento lo que leo en su blog.
    muchos saludos desde Bs.As.
    Luis Alfonso

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  4. Estimado Luis Alfonso,
    Gracias por los gentiles conceptos que vierte sobre la calidad de este blog y por sus conminadoras palabras para que continúe escribiendo. Antes del lunes 22 de noviembre espero colgar dos artículos. Se trata de dos entrevistas. Una a un joven pintor que acaba de inaugurar su primera muestra individual. La otra es a un novelista en su sétima década que recientemente ha presentado su primera novela.
    Saludos a los amigos del barrio. Desde Lima yo brindo por uds., así como por Georgie Borges, Adolfo Bioy Casares y Roberto Arlt.
    Su amigo para siempre,
    GONZALO

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  5. Buenos días Gonzalo:

    Soy un joven aterrado con los libros de plástico que veo a la gente leer en el metro, calles e incluso en casa.

    Por un lado, quería manifestarle mi alegría al leer su blog, ver que como yo es peruano y que conoce Madrid, ciudad donde vivo actualmente; así mismo, compartimos la pasión por el arte visual, y escrita.

    Por otro lado, felicitarle por la entrada que me ha parecido interesante en sus suposiciones de lo que puede pasar después de que el papel sea sustituto del plástico y elogiar esa acción, pues pocos lo han dicho tan claro.

    Por último, mandarle un cordial saludo, invitarle a seguir escribiendo y decirle que solo por nombrar a Jorge Luis Borges, ya tiene gran respeto por mi parte,

    un abrazo,

    Sergio PPH

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