6 de abril de 2010

EL SER HUMANO: NI ÁNGEL NI BESTIA

Blas Pascal (1623 -1662)                                                                                  


En cierta oportunidad al filósofo francés Blas Pascal se le preguntó: ¿Qué es el hombre? A lo que éste contestó: Ni ángel ni bestia.


Tal vez con esto quiso decir que el ser humano es una mixtura de ambos, que por sus acciones y pensamientos es capaz de elevarse a los cielos o descender a lo más profundo del averno.


Sin embargo, aún quedan muchas personas que creen que los grandes estadistas, los destacados pensadores, los artistas geniales y los prohombres de toda naturaleza, debido a su singularidad están, por añadidura, colmados de todas las virtudes. Lamentablemente esto no siempre es cierto


                                                      

    Albert Einstein (1879 - 1955)                                    

Tomemos el caso de Albert Einstein, el genial físico que reformuló el concepto de la gravedad. Este, a pesar de ser un destacado pacifista, aborrecía a su esposa. Así es, Einstein -el genio que se dejó fotografiar con la lengua colgante en actitud lúdica- era una mixtura de amor y odio. Quién lo hubiera creído, ¿no? Sin embargo, las páginas de la historia abundan con ejemplos en este sentido.


Pablo Picasso ( 1881 - 1973)                                                     






                                                     
George Braque (1882 -1963)




Sus primeros años estuvieron plagados de pellejería y media hasta que su lenguaje pictórico terminó por captar la atención de críticos, galeristas y coleccionistas. Primero vino su Período azul, luego siguió el Período rosa. De pronto, por la segunda década del siglo XX apareció El cubismo el cual concitó la atención de todos. En realidad de verdad, como diría la Dra. Ella Dunbar Temple, George Braque (1882 - 1963), fue el iniciador del movimiento cubista. Y anque Picasso no tardó en ponerse a su lado, Braque llevó al lienzo muchos temas cubistas con anterioridad a Picasso. De inmediato éste corría a representarlos a su manera, pero, como hemos dicho, muchas veces llegó segundo y muchos entendidos hasta la fecha continúan asignando el primer lugar a Braque en lo referente al cubismo. Sea como fuere, los dos fueron las figuras más destacadas de aquel movimiento plástico.



George Braque                                                

Pablo Picasso      
                                            



Picasso era un genio. De eso no cabe duda. Llevó el arte a cumbres jamás imaginadas, incluso muchos afirman que después de Picasso ya no queda más por desarrollar, que Picasso extendió, cuando menos, la partida de defunción a la pintura de caballete. Pero eso es otro tema. Por tanto, volvamos a lo nuestro.

Durante años Picasso guardó en silencio el fastidio que Braque le aventajara en el cubismo, hasta que finalmente el apasionado español no pudo contener más su disgusto y dispuso la trampa sutil.


Cuando entre pintores existe admiración por el arte del otro no es extraño que estos intercambien cuadros para incorporar el trabajo del colega en su colección privada. Y así fue que estando Braque en el taller de Picasso éste le invitó a que escogiera un cuadro de su agrado. Braque no tardó y eligió una magnífica pieza.



Poco tiempo después Picasso visitó el taller de Braque y éste extendió ampliamente el brazo en señal que Picasso podía separar para sí el cuadro que más le agradara. Picasso se paseó lentamente por el taller, revisando uno a uno los lienzos hasta por fin apartar uno, el que deseaba para sí. De inmediato Braque protestó. El cuadro que Picasso escogió, aunque de estilo cubista, era de pobre calidad por lo que Braque le invitó a que volviera a escoger. Pero Picasso insistió que ese era el cuadro que él quería y que el canje había quedado concluido. Braque se encogió de hombros. Los maestros se abrazaron y Picasso se retiró con el cuadro bajo el brazo. Atrás quedó Braque desconcertado.


Finalmente llegó el momento. Picasso procedió a colgar el cuadro en un lugar de privilegio. Y cuando paseaba a sus visitas en el ambiente donde colgaban sus cuadros preferidos, propios y de terceros, al momento de parar frente al cuadro de Braque, aquel de pobre factura, pronunciaba el nombre del autor y volviendo la cabeza lanzaba un salivazo en señal de desprecio.



También hay otros hechos en la vida de Picasso que afean su historia personal. Pero sólo me referiré a dos más, pues hay que cerrar este post. 

Por todos es conocido que Picasso tuvo muchas amantes y que a todas las retrató hasta la saciedad sin compensarles las largas horas que posaron para él. Olga Klokhlova fue su primera esposa. Dora Maar, Marie Thérèse Walter y Francoise Gilot fueron sus amantes. Jacqueline Roque fue su segunda y última esposa. Se afirma que cuando estas mujeres le reclamaban que les obsequiara aunque fuera un solo retrato, éste de mala gana terminaba accediendo, pero se abstenía de firmar el cuadro; lo cual era un acto bajo, de ingratitud, pues un cuadro sin firma hace difícil reconocer su autenticidad y por tanto su venta y en todo caso el precio de venta siempre es inferior al de uno que está firmado.

Finalmente, relataremos brevemente el último acto de crueldad de este hombre que juraba ser un pacifista y que coronó su larga y fructífera vida de artista con "Guernica" el cuadro más famoso del siglo XX.



                                             
Olga Klokhlova - Esposa de Picasso y madre de Paulo Picasso.
 
   

Dora Maar - amante de Picasso y madre de Maya Widmaier-Picasso.


                                                                               
  Marie- Therese Walter - amante de Picasso.
 
   
                                                                                
     Francoise Gilot - amante de Picasso y madre de Claude y Paloma Picasso.
 
     

Jacqueline Roque - segunda y última esposa de Picasso.




Por razones desconocidas Picasso nunca reconoció ante las autoridades franceses la paternidad de los dos hijos que tuvo con Francoise Gilot. La legislación vigente a la muerte de Picasso no concedía derechos sucesorios a los hijos no reconocidos, con lo que Claude y Paloma quedaban excluídos de la enorme sucesión. Pero era tan obvio que Claude y Paloma (vivo retrato de su padre) eran hijos del pintor español que la legislación fue modificada y y éstos accedieron a todos los derechos correspondientes a hijos reconocidos. 


Ese tal vez fue el último acto de crueldad del genio que diseñó el inolvidable símbolo para el Congreso Mundial de Partisanos por la Paz, nada menos que la paloma de la paz.









                                                                                  

2 comentarios:

  1. Lo felicito, muy buena su información, la verdad que desconocía el lado frágil de estos grandes. no hay que olvidar que todos somos de carne y hueso.
    saludos desde Bogotá

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  2. En efecto, todos los seres humanos tenemos lados positivos y negativos. Gracias por tu comentario.

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