23 de enero de 2013

EL SOLAR DE LOS TRES PATIOS :RESEÑA DE MANUEL BENTÍN DIEZ CANSECO


Manuel Bentín Diez Canseco y Gonzalo Mariátegui. 

A continuación reproducimos la carta que el escritor peruano, Manuel Bentín Diez Canseco le dirigió al director de este blog con relación a la publicación de su última novela, "El solar de los tres patios". La carta contiene una interesante e inteligente crítica respecto a la citada novela.

Manuel Bentín es autor de dos obras narrativas de gran importancia. La primera es la colección de cuentos, titulada La vida en serio, y la segunda es la novela Al encuentro de la felicidad.


Lima, 16 de mayo de 2012.

Estimado Gonzalo:

Apuntes sobre tu novela.

Volverás a sorprender a los lectores con la historia que narras en “El Solar de los tres patios”, pues haces un despliegue de originalidad, imaginación e instinto creativo. En ella las pasiones que ocultan los hombres pueden aflorar de manera imprevista, inclusive las más violentas, mostrándonos las dos caras de quienes sufren por vanidad y prestigio.

Los personajes principales comparten de alguna forma lazos de sangre que, como ocurre con Caín y Abel desde el comienzo de los tiempos en el seno de una familia, son causados por rivalidades, envidias y postergaciones. Esta vez el ámbito que escoge el autor no es el del hogar ni el de la preferencia paterna, sino el del reconocimiento del talento en el mundo de las bellas artes. Para los aprendices desde que dan sus primeras pinceladas, ser el pintor más consagrado, el más elogiado y el más representativo de una escuela, se convierte casi siempre en una obsesión inalcanzable.

Es así como el autor nos introduce al fascinante mundo de la pintura: la legendaria casona de Bellas Artes, los profesores, los subalternos, los alumnos, los talleres, los utensilios, las técnicas, los marchantes, los críticos, los galeristas, los compradores, los coleccionistas, hasta conformar un mundo singular que se valoriza y estima por códigos subjetivos. Los críticos van formando consensos, con los que el autor puede vanagloriarse, o humillarse, y con lo último se abre paso la frustración que siempre encuentra a un responsable. Para reparar la indiferencia, el anonimato, la displicencia, tal y como ocurre en la novela, cualquier método es bueno… inclusive el triple crimen.

La novela no es policial ni es detectivesca, es más bien lo que los americanos llaman un “thriller”. El principal protagonista, Conrado Antequera, director de la Escuela de Bellas Artes, es quien desencadena toda la acción y que además produce consecuencias en otros protagonistas. Llevado por una pasión irrefrenable vemos que viaja de América a Europa, luego adquiere poder en los círculos artísticos e intelectuales del Perú, y para conseguir lo que desea miente, traiciona y cambia de identidad. Ese comportamiento torcido lo observará hasta el final de sus días. Sin embargo, vemos que la malignidad no es exclusivamente suya, sino que la comparte con Joaquín Lázaro, Cirene, Felipe Minaya y algún otro. ¿Quién sabe la “soberbia” marcó el sombrío accionar de todos ellos?

Hay puntos de vista del autor que son muy agudos, por ejemplo: ”cómo compran cuadros “las señoras”, a las que nunca hay que subestimar en la decisión final.” – Aquella de que “nadie quiere ser un segundón, permanecer en el anonimato” – Aquella de que: “los poetas perduran más que los narradores, los pintores más que los escritores, etc.” (Muy buena) – La descripción de Irene Sotomayor, que me hizo recordar a … (Excelente). – Por momentos te metes en callejones que parece que no encontrarás salida, pero las encuentras.- “Alguna vez fui muy importante, al extremo que la gente cruzaba la calle para estrecharme la mano” (muy real).- “En verdad es grito del ratón” (muy buena).- Los nombres de los personajes muy bien escogidos, como el de “Víctor Farkas” y otros.- “En todo caso, el Louvre se lo devoró” (muy oportuno).-

Pienso que cada lector tendrá que desentrañar el mensaje y lo que ha querido trasmitir el autor, interpretar las claves que encierra la novela: MUNDO, DEMONIO Y CARNE. No olvidemos que ningún personaje es inmaculado, más bien todos muestran, de una u otra forma, la malignidad del alma humana, que el mundo es un permanente purgatorio para purificarnos, o como afirmaba otro que “el infierno está aquí en la tierra”. La trama es muy entretenida y original.

En lo que se refiere a otros detalles: Muy bien editada la novela, letras claras, correcto papel marfilado, una bella carátula que se corresponde con el tema de la pintura, estupenda fotografía del autor en El Olivar, muy buenos los colores de la contra carátula, el diseño, la fotografía y de la oreja con la reseña de seis libros a todo color.

Algo más, creo que bien promocionada tu novela, debería ser un libro obligado para todos los alumnos de la Escuela de Bellas Artes y Academias de Pintura, alumnos, profesores, concurrentes a galerías.

Un fuerte abrazo con mis felicitaciones,

Manuel Bentín Diez Canseco

DUELO DE ÁNGELES: OSVALDO CATTONE Y DIEGO BERTIE

Cattone entra en escena. 

Cattone y Bertie.

"Duelo de ángeles" es el nombre de la pieza de teatro del norteamericano Bill C. Davies que Oswaldo Cattone, en su condición de director y actor, acaba de inaugurar en el Teatro Marsano (General Suárez 409, Miraflores).

La acción de la obra está a cargo de dos actores de primer nivel. De un lado tenemos al argentino Oswaldo Cattone y del otro al peruano Diego Bertie. 

Si hemos de calificarlos, diremos que Diego Bertie está muy bien y Oswaldo Cattone: impecable como siempre. A pocos días de cumplir ochenta años, Oswaldo sigue tan vigente como siempre, con una memoria que asombra y una capacidad interpretativa que lo hace la envidia de todos. 

"Duelo de ángeles" es el conflicto de dos religiosos: el párroco de avanzada edad (Cattone) y el seminarista rebelde (Bertie). Es la rebeldía de la juventud contra la serenidad de la vejez. 

Los soliloquios de Cattone son vibrantes, impecables. Y me atrevo a decir que sus lágrimas son sentidas. Por momentos nos parece estar en presencia de su adiós a las tablas. Pero luego recordamos que estamos frente a un eximio actor, capaz de engañarnos como le da la gana. ¿O tal vez nos equivocamos? En fin, sólo Cattone sabe la verdad y creo que se la llevará consigo. Roguemos que Dios nos lo preste por muchos fructíferos años más. 

Vayan a ver a la dupla Cattone-Bertie. No se arrepentirán.