9 de junio de 2011

EL QUIJOTE Y LOLITA

                                       

Miguel de Cervantes y Saavedra  (1547 - 1616)                                                   


                                                                
Carátula de Don Quijote de la Mancha




Vladimir Nabokov (1899 - 1977)






Carátula de Lolita


¿Qué pueden tener en común las novelas Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes y Lolita de Vladimir Nabokov? Nada, contestará la mayoría. De primera intención yo habría contestado igual. Pero hace unos días, durante el trascurso de mi segunda lectura de El Quijote me detuve atónito ante unas líneas que me remitieron a la novela del genial ruso.

Allá por la década de 1940 Vladimir Nabokov viaja a Estados Unidos con el propósito de enseñar literatura europea en el mundo universitario. Entre los temas que desarrolla está El Quijote de la Mancha de don Miguel de Cervantes. Los apuntes minuciosos que ha dejado al respecto son testimonio de su dominio del tema. Aunque le gusta la novela y resalta sus virtudes también destaca los que él considera son sus puntos flacos. Finalmente, Nabokov termina negándole al Quijote la condición de la obra literaria más importante jamás escrita. 

Pero regresemos al tema de este artículo: ¿tienen algo en común El Quijote de Cervantes y Lolita de Nabokov? ¿Influenció en algo Cervantes a Nabokov? Yo me pronuncio en sentido afirmativo. 

Los personajes de las dos novelas, tanto El Quijote como Humbert Humbert, además de grandes lectores, están, no sólo enamorados hasta el tuétano de sus damas, sino que están dispuestos a morir por ellas. Además, ambos protagonistas son mucho mayores que las depositarias de su amor. Hasta aquí podemos decir que estas coincidencias se dan en muchísimas novelas.

Donde el análisis se complica es en la pag. 238 del libro Don Quijote de la Mancha (Edición del IV Centenario, publicado por la Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española), con motivo que El Caballero de la Triste Figura se encuentra haciendo penitencia, y en el momento pertinente clama:

"Oh Dulcinea del Toboso, día de mi noche, gloria de mi pena, norte de mis caminos; estrella de mi ventura:…”

Ahora pasemos a las primeras líneas con que se da inicio a la novela Lolita, cuando en primera persona Humbert Humbert, exclama:

“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía…”

Tanto el grito de El Quijote como el de Humbert Humbert son igualmente apasionados. El ritmo es semejante. 

De ninguna manera insinúo que haya habido plagio de parte de Nabokov. Sí considero que la sensibilidad del artista retiene en el cerebro aquello que le agrada y se lo retorna en otro momento como algo totalmente propio. ¿Es que nuestros libros tienen muchos padres? Hasta aquí mi opinión.



7 de junio de 2011

LA RESPONSABILIDAD DE MARIO VARGAS LLOSA


SIETEJERINGAS ha recibido de don José Santa María Zúñiga el texto que a continuación trascribimos en su integridad: 


LA RESPONSABILIDAD DE MARIO VARGAS LLOSA
Por José Santa María Zuñiga. Jubilado.

Señor Mario Vargas Llosa. El 69.7%, 13,765,000 de electores peruanos no aceptamos que usted diga que su labor ha terminado con la victoria de Ollanta Humala.

Usted señor Vargas Llosa haciendo mal uso del prestigio que le otorga el premio Nobel, que se lo concedieron no tanto por valores literarios como por su defensa de la libertad en los regímenes totalitarios, ha convencido a un sin número de peruanos a votar por Ollanta Humala, porque según usted, él y su propuesta no representa ningún peligro para el Perú. 

El voto de estos peruanos convencidos por sus palabras ha sido clave para el triunfo de Humala y hoy nos encontramos embarcados en una aventura populista-marxistoide que nadie sabe cómo va a terminar. La situación es muy seria y preocupante porque dado los antecedentes del señor Humala es muy posible que terminemos con dictaduras como las de Venezuela y Bolivia. 

Es muy cómodo y también cínico decir que desde Madrid o Londres usted estará atento observando que el señor Humala cumpla con sus promesas. Es igualmente cómodo y cínico trabajar, tener propiedades, estar amparado en una ciudadanía española y decir que en el Perú con Humala, el trabajo, el bienestar y la propiedad están asegurados. Si usted verdaderamente cree en sus palabras debería vender sus propiedades en el exterior, renunciar a su ciudadanía española e invertir en el Perú y trabajar como todos nosotros aquí en el Perú. Por su temerario acto y sus consecuencias, le pedimos que comparta con sus compatriotas los riesgos y temores de perder la libertad el trabajo y el bienestar que traen las inversiones las que lamentablemente tardarán mucho tiempo en llegar. Tampoco nos diga por favor que usted vendrá cada fin de año para ver que todo esté bien en el país porque sabemos que gracias a su fortuna, que se encuentra en el exterior a buen recaudo, usted viene a disfrutar del verano en las playas limeñas y en el balneario de Asia y que cuando este se acaba regresa a Europa. Su exhortación a votar por Humala ha sido irresponsable y ahora que estamos frente a una amenaza totalitaria chavista demandamos que usted sea consecuente con sus actos y que asuma su responsabilidad y explique claramente que es lo que verdaderamente pretendió con su exhortación a votar por Humala. Muchos no encontramos explicación a esta irresponsabilidad, salvo por la de su rencor y odio por Alberto Fujimori que inexplicablemente usted ha trasladado a su hija Keiko, como si los hijos tuvieran que heredar la culpa de los padres. Me pregunto señor Vargas Llosa si a usted le hubiera gustado que lo hubieran vetado para recibir el premio Nobel solo por el hecho de que usted era hijo de quien usted mismo describió como un mal padre en uno de sus libros. No es justo ¿no?. Por otro lado, el argumento de que usted votaría por Humala porque quería evitar una dictadura y un gobierno violador de los derechos humanos es poco creíble porque recordamos sus elogios para el gobierno dictatorial de Velasco y su voto por el candidato aprista en el año 2006. Sea sincero, lo suyo es rencor y odio y por esa bajeza nos ha metido a todos los peruanos en una difícil situación que nos puede llevar a la perdida de nuestra libertad y a un gran atraso para el país. Demandamos que usted asuma su responsabilidad, no diga que su trabajo ha terminado, venga al Perú y ayude a resolver el problema, en el que irresponsablemente usted y su hijo Álvaro, nos han metido a todos los peruanos.