José Santos Chocano
José Santos Chocano Gastañodi (Lima, 14 de mayo de 1875 - Santiago de Chile, 13 de julio de 1934) fue un poeta peruano, conocido también con el seudónimo de «El Cantor de América». Su obra ha sido valorada por muchos y desdeñada por otros. Esto último se debe a que se le ha querido dar más importancia a su estilo de vida que a la calidad de su poesía. Sin embargo, no se le puede mezquinar su merecida posición como una las figuras cumbres del Modernismo.
Chocano tuvo virtudes y puntos flacos. Vivió la vida de un poeta, al menos como él la conceptuaba: orgulloso, soberbio y merecedor de todos los honores. El poder político le magnetizaba. La cercanía al supremo dignatario -fuera éste elegido por el pueblo o impuesto a la fuerza- era la sombra a la que él siempre se asentó cómodo. Y así resultó siendo asesor y pluma de algunos de los personajes más extravagantes que se han dado en la América hispana. Entre ellos se nos viene a la memoria: Pancho Villa y Estrada Cabrera (Guatemala).
En 1922 el presidente del Perú, Augusto B. Leguía, le coronó con los laureles de oro. Es pertinente señalar que en el Perú ningún poeta, antes o después de Chocano, ha merecido tan alta distinción.
A continuación indicamos en breves líneas las opiniones de dos autorizados poetas respecto a la obra de Chocano.
Rubén Darío, padre y figura máxima del Modernismo, anotó en el prefacio de Alma América, la obra máxima de Chocano: Él tiene el Amazonas y domina los Andes:
¡siempre funde su verso para las cosas grandes! [...]
¿Me permites, Chocano, que, como amigo fiel,
te ponga en el hojal esta hoja de laurel?
Luego el poeta peruano Francisco Bendezú, dos veces Premio Nacional de Poesía (Perú), asentó en su libro Las mejores poesías de José Santos Chocano: «Me rebelo con todas mis fuerzas contra la conspiración de silencio tendida en torno a Chocano, contra su paulatina e injustificable eliminación de nuestra todavía incipiente tradición poética».
Pero dejemos que Chocano, en sus propias palabras, se presente:
BLASÓN
de José Santos Chocano
Soy el cantor de América autóctono y salvaje:
mi lira tiene un alma, mi canto un ideal.
Mi verso no se mece colgado de un ramaje
con vaivén pausado de hamaca tropical…
Cuando me siento inca, le rindo vasallaje
al Sol, que me da el cetro de su poder real;
cuando me siento hispano y evoco el coloniaje
parecen mis estrofas trompetas de cristal.
Mi fantasía viene de un abolengo moro:
los Andes son de plata, pero el león, de oro,
y las dos castas fundo con épico fragor.
La sangre es española e incaico es el latido;
y de no ser Poeta, quizá yo hubiera sido
un blanco aventurero o un indio emperador.
Para los que residen en Lima o están de paso por ella, les recomendamos que visiten el antiguo y aún magnífico cementerio el Presbítero Maestro y al recorrer sus pabellones se toparán con la tumba del vate, enterrado de pie, como fue su voluntad y podrán leer:
“Este metro cuadrado que en la Tierra he buscado, vendrá tarde a ser mío, muerto al fin lo tendré... Yo no espero ya ahora más que un metro cuadrado donde tengan un día que enterrarme de pie”.
En la vida y en la muerte, Chocano siempre fue magnífico y por eso hemos decidido hacerlo el poeta del mes, en el mes de abril, el mes de las letras.